17 DE JUNIO 2012 A 25 AÑOS DE LA MATANZA CORPUS CRISTI, TODAVIA PEDIMOS
TODAVIA ESPERAMOS....JUSTICIA !!!
Vídeo del Homenaje al interior de la casa...
ver el link del homenaje aquí en laa palabras abajo.
corpus christi
La Operación Albania o "Matanza de Corpus Christi"
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La Operación Albania o "Matanza de Corpus Christi"
Se produjo entre los días 15 y 16 de junio de 1987, en Chile.
En ella doce miembros del Frente
Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) murieron a manos de agentes de la
Central Nacional de Informaciones (CNI). En algo que ellos llamaron
"enfrentamiento". El germen de la Operación Albania radicó en la
preocupación de los aparatos de seguridad chilenos tras el atentado al
general Augusto Pinochet y en el cada vez más consistente trabajo de
seguimiento que tenía ubicada a buena parte de la plana mayor del FPMR
en Santiago, hacia comienzos de 1987. En junio de ese mismo año la
Dirección Nacional del FPMR había fijado una importante reunión de sus
máximos líderes. Tal era la oportunidad que esperaba la CNI para atrapar
a la mayor cantidad de líderes del Frente de una sola vez. Gran parte
de los datos de la CNI llegaban gracias a la información obtenida tras
los fracasos de la internación de armas de Carrizal Bajo y el atentado a
Augusto Pinochet en el Cajón del Maipo, ocurridas meses antes,
operaciones en las que decenas de frentistas y militantes del PC cayeron
detenidos. Además, de acuerdo con una versión extendida posteriormente
entre los familiares de las víctimas de la Operación Albania, uno de los
apresados, más algunos infiltrados, habrían pasado a colaborar con la
CNI. Gracias a este trabajo de inteligencia, la CNI tuvo claridad
respecto de las personas que debían ser detenidas y, eventualmente,
abatidas, iniciando a principios de 1987 una exhaustiva ronda de
seguimientos y puntos fijos sobre importantes miembros del FPMR. Uno de
los logros más importantes de esta labor fue la identificación de José
Joaquín Valenzuela Levi, quien con el nombre de "Ernesto" comandó el
fallido atentado a Pinochet. En los ficheros de la CNI, Valenzuela era
llamado "Rapa Nui", debido a que fue visto por primera vez saliendo de
una vivienda en una calle con ese nombre. Por su parte, Ignacio Recaredo
Valenzuela era "Chaqueta de cuero", por la vestimenta que usaba al
momento de su primera detección. Alvaro Corbalán, jefe del estamento
operativo de la CNI obtuvo del entonces director de la institución, el
general Hugo Salas Wenzel, la orden para que efectivos de todas las
brigadas a su cargo procedieran, apoyados por la Unidad Antiterrorista
del Ejército y por funcionarios de Investigaciones. De acuerdo con la
confesión posterior de Corbalán, la orden de Salas Wenzel implicaba
acabar con la vida de todos los frentistas que fueran detenidos. Es
decir, "reventar" definitivamente al FPMR, según la jerga de esos días.
Según consta en el primer documento de los 30 tomos del expediente, el
mismo 15 de junio el fiscal militar, Luis Acevedo había autorizado todas
las detenciones y allanamientos.
Las muertes de Calle Pedro Donoso (Asesinatos)
El último capítulo de la Operación Albania se escribió en un abandonado inmueble de la calle Pedro Donoso, en la comuna de Recoleta.
Esa noche aún faltaba decidir el destino de siete frentistas que
aguardaban detenidos en el cuartel de calle Borgoño. Álvaro Corbalán,
declaró en el expediente del caso que le pidió instrucciones al director
de la CNI, general Hugo Salas Wenzel, de qué hacer con los detenidos.
"Y se me comunica por parte del general Salas Wenzel que no cabian posibilidades con respecto de aquellos que resultaron ser importantes dentro del Frente y por lo tanto había que eliminarlos "
Alvaro Corbalán
En los calabozos de Borgoño estaban quiénes eran considerados importantes al interior del FPMR como José Joaquín Valenzuela Levi,
el “comandante Ernesto” y Esther Cabrera Hinojosa. Pero también se
encontraban Ricardo Rivera Silva, Ricardo Silva Soto, Manuel Valencia
Calderón, Elizabeth Escobar Mondaca y Patricia Quiroz Nilo, dirigentes
que no tenían gran relevancia para los agentes. Todos habían sido
detenidos en las horas previas. Según el expediente judicial, Alvaro
Corbalán le ordenó al agente Iván Quiroz que eligiera a cinco oficiales
para que se hicieran responsables de juntar a su gente para llevar a
cabo la eliminación de los siete detenidos.
La madrugada del 16 de junio de 1987, los detenidos fueron
trasladados en caravana a la casa deshabitada de calle Pedro Donoso 582,
que la CNI ya tenía identificada. El mayor Alvaro Corbalán había
encargado al capitán Francisco Zúñiga elegir el lugar donde los
frentistas serían acribillados. Luego de meditarlo, el oficial optó por
el inmueble deshabitado del cual la CNI sospechaba que en ocasiones
funcionaba como una casa de seguridad frentista.
Según versiones de vecinos de la casa de calle Pedro Donoso las
personas que esa noche llegaron detenidas estaban descalzas, con los
brazos atados atrás de la espalda, amarrados y con la vista vendada. El
sargento Ivan Quiroz y el capitán Francisco Zúñiga fueron encomendados
para designar a parejas de oficiales que ejecutarían a cada uno de los
siete frentistas detenidos.
La misma CNI calculó que esa noche había cerca de un centenar de
agentes, carabineros y detectives dentro y fuera de la casa. La orden
para que los efectivos asignados a cada víctima percutara sus armas se
dio lanzando un ladrillo en el techo, mientras el resto de los agentes
disparó al aire y gritó para dar a los vecinos la idea de un
enfrentamiento. Alrededor de las 5.30, los siete frentistas fueron
acribillados. Después, según varios agentes, entró en acción el capitán
Francisco Zúñiga, quien procedió a rematar a cada una de las víctimas.
En el primer dormitorio quedaron los cuerpos de Ricardo Rivera Silva, con cinco impactos recibidos a mediana distancia, y de José Joaquín Valenzuela Levi,
con 16, efectuados a corta distancia. En el primer pasillo fue muerto
Manuel Valencia Calderón, con 14 disparos hechos desde unos tres metros,
en ráfaga. Del informe balístico y de la autopsia se concluye que fue
colocado al final de este pasillo, donde había una puerta abierta, y
fusilado.
El cuerpo de Ester Cabrera Hinojosa, con cinco impactos de bala, fue
encontrado en el interior de la cocina. En ese lugar no hay huellas de
disparos. Del análisis de los peritajes se concluye que la víctima fue
fusilada en un pasillo lateral y que, posteriormente, su cuerpo fue
dejado en la cocina.
El cuerpo de Ricardo Silva Soto presentaba 10 impactos de bala. De
acuerdo con los informes periciales, fue baleado dentro del segundo
dormitorio y rematado en el suelo, según revelan varios impactos en el
piso de la pieza. Un detalle significativo de que no hubo
enfrentamientos es el hecho de que Ricardo Silva presentaba heridas de
bala en las palmas de sus dos manos, en un intento instintivo de
protegerse, desde el suelo, de las balas con que finalmente lo mataron.
Muy cerca del cuerpo de Ricardo Silva fue encontrado el de Elizabeth
Escobar Mondaca, con 13 impactos de bala, 10 de los cuales fueron
efectuados a muy corta distancia, según la autopsia. La joven, igual que
Ricardo Silva, fue baleada primero dentro del segundo dormitorio y,
posteriormente, rematada a menos de un metro de distancia, con varias
ráfagas, contra un muro de una habitación deshabitada. El cuerpo de
Patricia Quiroz Nilo apareció al fondo del extenso pasillo interior de
la casa de Pedro Donoso y presentaba 11 impactos de bala.
Un policía que estuvo en todos los lugares donde murieron las
personas en la Operación Albania, declaró en el proceso que todos los
sitios del suceso estaban profundamente alterados y que al llegar a
ellos los impactos de bala en los muros habían sido removidos. También
declaró que "todas las armas de las víctimas estaban colocadas en la mano izquierda".
Fallo Judicial
El 28 de enero de 2005 el ministro en visita Hugo Dolmestch
condenó en primera instancia a cadena perpetua al ex director de la CNI
Hugo Salas Wenzel, por los asesinatos cometidos en el marco de la
llamada Operación Albania. Asimismo, sentenció a quince años de prisión
al ex jefe operativo de ese disuelto organismo Álvaro Corbalán, y a diez
al ex oficial de Carabineros Iván Quiroz,
quien fue pieza clave de esta operación. Este último permaneció prófugo
de la justicia desde el momento de conocerse el fallo de última
instancia, en septiembre de 2007, siendo apresado por la policía el día 23 de enero de 2008 en Concepción, e ingresado al día siguiente en la Cárcel de Punta Peuco.
En el fallo dictado por el ministro en visita se señaló que Salas
Wenzel fue condenado a la pena de presidio perpetuo como co-autor de los
delitos de homicidio simple de los doce frentistas muertos en junio de 1987.
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